Los fundamentalistas hindúes declaran la guerra a San Valentín
El grupo Mujeres Laxas envían bragas a los extremistas y estos contraatacan entregando saris El Ejército de Shiva saqueará hoy los puestos de postales o chocolatinas con forma de corazón
La creciente guerra de costumbres en India podría resolverse hoy, provisionalmente, en un fuego cruzado de braguitas y de saris rosa. Los fundamentalistas hindúes llevan años presentando batalla a la festividad de San Valentín, vista como "un esfuerzo deliberado de las potencias extranjeras por destruir la cultura india".
Sucedió a finales de enero en la costera Mangalore cuando a plena luz del día tres decenas de jóvenes la emprendieron a porrazos con varias jóvenes, arrastrándolas del pelo. Su delito, estar en un local donde se sirve alcohol, acompañadas de chicos, algunos de los cuales, para mayor deshonra,eran musulmanes.
Todos estos "defensores de la cultura india" iban vestidos al modo occidental, lo que consideran inaceptable en el caso de ellas. Para más inri, el primer ministro del estado, así como su homóloga en Delhi y el ministro de Sanidad, echó más leña al fuego: "La cultura de pub tiene que acabarse".
Pero no va a ser tan fácil devolver al redil a una generación de jóvenes asalariados que se ha acostumbrado a ganar más que sus padres. A través de internet se han organizado y presentan batalla, no sin humor. Grupos como la Confederación de Mujeres Laxas, Modernas y Frecuentadoras de Pubs han puesto en marcha una campaña para enviar braguitas rosa a las oficinas del Ejército de Ram, el grupo extremista hindú de Mangalore. En un imprevisto acceso gandhiano, la cara visible de estos ya ha anunciado que responderá ofreciendo un sari rosa por cada braguita "hasta un máximo de mil", algo igualmente bien recibido por las chicas casquivanas.
Hoy en Bombay, el Ejército de Shiva, un partido importante, volverá a saquear los puestos de postales o chocolatinas con forma de corazón y pisoteará las rosas. A las parejas en actitud sospechosa se las conminará a separarse. Impasibles, las hijras (travestis) de Bombay se afanaban ayer en envolver el Kamasutra que pretenden regalarle hoy al líder del Ejército de Sena - admirador de Hitler-"para aumentar su conocimiento de la cultura india". Otro grupo habla de convertir el 1 de marzo en día del Kamasutra como alternativa a San Valentín.
El día de los enamorados en India es tan kitsch como en cualquier otro lugar del mundo. Sin embargo, pese a su descarada comercialidad, en India tiene un potencial revolucionario que nunca fue imaginado por sus difusores estadounidenses. En la India rural sigue siendo impensable ir de la mano (sólo pueden hacerlo ellos), algo todavía audaz en la India urbana. Para el puritanismo hindú - reforzado por las ocupaciones islámica, victoriana y misionera-,mentar el amor es como mentar el sexo en un convento.
El amor es algo sólo tolerable en el cine de Bollywood. Como el baile. "Evite bailar", reza ahora un cartel en el pub del hotel Taj de Bangalore. No ha sido secuestrado por los talibanes, como el Taj Mahal de Bombay, sino por puritanos hindúes salidos de las urnas hace unos meses, que han prohibido bailar en público en el estado de Karnataka. Bangalore fue conocida por la pub capital de India. Ya no.
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