martes, 10 de febrero de 2009

Los Britanicos tienen problemas importantes


Los jueces británicos deciden qué es el vino
Publicado el 09-02-2009 , por Roberto Casado. Londres
Un productor de bebidas y la Agencia Alimentaria de Reino Unido dirimen en los tribunales si se puede llamar vino a un producto de 8 grados destilado de uvas chilenas y tratado en California.
De los viñedos de Chile a las estanterías de los supermercados británicos Waitrose, pasando por California. Ésa es la ruta de una bebida que ha llevado hasta el Tribunal Supremo de Reino Unido la discusión sobre qué es el vino.
El lunes, el juez del tribunal número 1 de la sección administrativa del Tribunal Supremo escuchó los argumentos de Sovio Wines y de la Agencia Alimentaria sobre la idoneidad de llamar vino a una bebida alcohólica de 8 grados, que, aunque destilada de uvas chilenas, luego es tratada químicamente en California para reducir su graduación e inyectarle gas.
El resultado de ese proceso, que se vende en botellas de 20 centilitros en las tiendas de Waitrose, es “un vino semiespumoso”, según su productor, Sovio Wines. Pero la Agencia Alimentaria británica considera que ese producto no se puede llamar vino, al tener menos de 9 grados, y asegura que la técnica para quitarle contenido alcohólico es ilegal en Europa.
Regulaciones: El asunto ha llegado al Tribunal Supremo después de dos años de pelea. Las autoridades británicas paralizaron la comercialización de la bebida en agosto de 2007, por no cumplir las normativas de etiquetado y sistema de producción que rigen en Europa. Sovio logró sortear esos dos obstáculos: por un lado, calificó a su producto como una “bebida basada en el vino” y, por otro, se llevó su producción a California, donde la técnica está autorizada. De ese modo, pudo empezar a vender a través de Waitrose en el verano de 2008. Cada botella de 20 centilitros vale 1,99 libras (2,3 euros) y puede tener origen en vino blanco o rosado.
Ahora, Sovio Wines ha acudido al Tribunal Supremo británico para pedir daños y perjuicios por la paralización de la venta de las botellas durante un año, y para reclamar que en la etiqueta pueda poner que es un vino semiespumoso. Además, argumenta que su bebida contribuye a reducir el consumo de alcohol por los británicos, algo que preocupa al Gobierno.
La Agencia Alimentaria se reafirma en que el producto no cumple la normativa europea para ser llamado vino. La palabra final la tiene el juez. Quizá, la mejor forma de saber si la bebida de Sovio es un vino será que la cate y la compare con un producto chileno sin tratar.

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