jueves, 21 de mayo de 2009

Argentina mejor país del mundo (Parte XII)


Movida gourmet en San Telmo: este año sumó 38 restaurantes
Lo impulsó la llegada de extranjeros que se radicaron en el barrio, el turismo y los nuevos hoteles. Ahora hay más propuestas de cocina refinada y con buen servicio. Un cubierto promedio, $ 90. Por: Nicolás Pizzi

Cocina porteña, francesa, mediterránea, japonesa, catalana o molecular. Todas se lucen en San Telmo, un polo gastronómico que se consolida de la mano del estilo gourmet, sinónimo de una cocina refinada, de buen gusto y estéticamente "bien servida": platos para conocedores que saben apreciar los detalles......



El fenómeno se relaciona con la llegada masiva, en los últimos años, de extranjeros que, cautivados por el color y la tradición del barrio, se radicaron allí y le contagiaron sus gustos y conocimientos. También, claro, con la presencia creciente de turistas ocasionales, una movida que produjo una suerte de "internacionalización" del Casco Histórico y a su vez atrajo numerosas inversiones hoteleras más ambiciosas que los hostels, con condiciones muy interesantes para el desembarco de los empresarios gastronómicos, chicos y grandes. La tendencia no se detiene: en los primeros cuatro meses de este año hubo 38 pedidos de habilitación efectivos para abrir restaurantes en la zona, un 16% del total de la Ciudad (236), según informaron desde el Gobierno porteño.

Aunque la propuesta es variada, los restaurantes gourmet de San Telmo atraen un público selectivo -de "buena boca", en palabras del crítico Fernando Vidal Buzzi- y con alto poder adquisitivo. Es que para comer de noche hay que desembolsar alrededor de $ 90. Quizás por eso, la mayoría aún no sintió la crisis. Algunos, de hecho, facturaron en abril más que en los meses anteriores. Y tienen buenas perspectivas para lo que resta del año, a pesar de la incertidumbre del turismo internacional que impacta en el sector receptivo.

"Comenzamos con una propuesta para todo tipo de público, pero con el tiempo fue cambiando. La gente que viene ahora es lectora de las guías especializadas y sabe muy bien lo que busca", cuenta Fernando Rivarola, dueño de El Baqueano (Chile 495), donde se sirven carnes autóctonas poco frecuentes para el paladar común, como chinchilla, ñandú, faisán, perdiz o yacaré. El lugar, que abrió hace sólo nueve meses, ofrece dos opciones: una degustación de siete platos (desde $ 90 a $ 160) o elección a la carta.

Otra propuesta que llama es Defensa al Sur (Defensa 1338). Para Vidal Buzzi, un crítico experimentado con guía propia de restaurantes, "es el típico exponente de la gastronomía gourmet, donde hay más cocineros que mozos", un comentario que realza los cambios de clientes en el barrio a caballo de las últimas tendencias de la cocina. "Viene mucho público nacional, que hace la ruta de los restaurantes, y algunos turistas, especialmente los fines de semana", cuenta su dueña y jefa de cocina, Mariana Hernández. El salón, una casona de más de setenta años, es pequeño (32 personas como máximo), lo que genera un ambiente cálido e intimista.

Muchos de los restaurantes nuevos abren al mediodía con una oferta más económica. "Tenemos un menú especial a 28 pesos. Por la noche, el cubierto promedio ronda los $ 70", dice Facundo Mnecchi, dueño de Caseros (avenida Caseros 486), inaugurado en diciembre de 2008.

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