El servicio público de correos británico, Royal Mail, anunció
este viernes que emprenderá acciones legales contra los propietarios de perros
que ataquen a su personal e incluso podría suspender el reparto de correo en sus
casas.
Según la empresa, sus carteros sufrieron desde abril más de 3.000 ataques,
mientras que el sindicato Communication Workers Union, que representa a 134.000
trabajadores, sitúa esta cifra en 5.000.
"Los ataques de perros provocan lesiones y traumas terribles a nuestro
personal", lamentó el presidente de Royal Mail, Donald Brydon. "Nadie tendría
que soportarlo y nuestro personal está más expuesto a este riesgo a causa de su
oficio", añadió.
Brydon dijo que los correos británicos tomarían "una actitud más enérgica"
con los clientes cuyos perros ataquen a los carteros, lo que podría incluir la
suspensión del reparto. "Ajustaremos nuestras normas inmediatamente", añadió.
Las nuevas medidas llegan tras un informe independiente que recomendó tomar
sanciones más severas contra la propietarios de perros peligrosos.
Escocia y el Norte de Irlanda ya tienen leyes en este sentido pero en
Inglaterra no se pueden tomar medidas legales si un perro muerde a un cartero
que está en una propiedad privada, acercándose a la puerta, por ejemplo. "Estas
medidas darán protección legal a los carteros, que visitan centenares de
domicilios privados en sus rondas diarias, para limitar los ataques de los
perros", dijo Royal Mail.
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