sábado, 18 de agosto de 2012

Inventos 3: Biografía de la máquina de escribir, por Osvaldo Soriano

Las ideas fueron grabadas durante siglos en las piedras de las cavernas, a un costo humano de generaciones enteras, luego se crearon las tablas labradas, el estilete sobre cera, la pluma de ganso con el pergamino, la pluma de acero para el papel y por fin, en 1868 Latham Sholes (1814-1890), un editor de Wisconsin, patentó la primera máquina de escribir.
Sholes había inventado un extraño aparato alimentado a tinta, pesadísimo, que no encontró muchos clientes. En 1873, la compañía Remington, fabricante de armas de precisión, le compró la patente en doce mil dólares (un valor a 1988 de 250.000 dólares) y ese año se inicia la historia comercial de esas máquinas…..
En 1874 Remington vendió las primeras cien máquinas, ya similares a las que se conocen hoy, Tenía cuarenta y cinco teclas y pesaba 17 kilos. Por primera vez en la historia, el hombre podía poner en claro sus ideas, aunque sólo con mayúsculas,
Naturalmente, la aparición del ruidoso aparato despertó vecinos, resquemores y rechazos: para escribir era necesario (…) memorizar un teclado caprichoso, que ordenaba las letras con una lógica imposible de comprender. Para ubicar ciertos símbolos había que activar palancas suplementarias y, colmo de colmos, los dedos se ensuciaban al rebobinar o cambiar la cinta. A veces el papel se rompía por un movimiento brusco y había que empezar toda la operación de nuevo.
Muchos escritores y periodistas se resistieron – sobre todo los franceses, refractarios a toda modernidad -, y siguieron hasta la primera década del siglo XX con la pluma de ganso. En 1878, la Remington 2 permitía escribir también en minúsculas, pero fue recién en 1880 que fue posible tener a la vista lo que se iba escribiendo al correr de las teclas. La empresa Smith lanzó cinco años más tarde el modelo Premier con bloqueo en fin de línea y rebobinado automático de la cinta. En 1897 la Underwood inventa los tabuladores y la máquina de escribir se convierte definitivamente en parte integrante del mundo de trabajo.
Las portátiles tardarían en llegar y luego de muchos fracasos, Olivetti de Italia crea la obra maestra, la Lettera22, única de la especie que tiene un lugar en el Museo de Arte Moderno de New York.-
Entre el invento de Scholes y la computadora hubo toda clase de máquinas eléctricas que mejoraban la velocidad la calidad sin aliviar mucho el trabajo. La primera, el modelo Executive de IBM, es de 1941, pero recién veinte años después el IBM conquistó el mercado a cabeza rotativa que transmitía la imagen absoluta de modernidad, pero que solo iba a perdurar hasta la llegada de las PC.
Fuente: “La escritura electrónica y la presunta muerte de la máquina de escribir” por Osvaldo Soriano, Revista Crisis 1988,  recopilado en “Cómicos, tiranos y leyendas” de Editorial Six Barral

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