Alexander
Liepa inventó en 1967 en la ciudad americana de Cincinatti un nuevo “snack” a
partir de patatas deshidratadas, agua y una cocción de la masa con aceite
vegetal, unas nuevas “patatas fritas” de especial textura que fueron bautizadas
con el nombre de Pringle´s (posteriormente Pringles) de una calle de
Cincinatti. Diversas han sido las controversias jurídicas sobre si realmente
este producto debía considerarse con “patatas fritas” pues solo contienen el
42% de patata.
El masa,
moldeable, admitía diversas formas. La forma circular perfecta no era posible
por su semejanza a las sagradas formas ecuménicas y Liepa le dio una
interesante curvatura a la patata (como de una silla de montar a caballo), con
la ventaja que estas formas idénticas eran aplicables, una encima de la otra,
en una caja cilíndrica. Mucha geometría, poca patata
Fuente: “Los
asesinos matemáticos atacan de nuevo”, de Claudi Alsina, página 183, Editorial
Ariel.
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