Dinero, prestigio, reconocimiento y hasta una vaca es lo que se ganó cada atleta sudafricano que se llevó una medalla de oro. Jan Scannel, mejor conocido como Jan Braai (Juan Barbacoas, traducido al español), es un granjero admirador de los deportistas que le dieron una presea dorada a su país, y es por eso que se propuso premiar a cada medallista con una vaca valuada en 700 euros.
La delegación de Sudáfrica llevó a 125 deportistas a Londres 2012 y regresó con 3 medallas de oro, dos de plata y una de bronce. Las insignias doradas fueron obtenidas por Cameron Van der Burgh en la competencia de 100 metros braza de natación, Chad le Clos en los 200 metros en nado de mariposa y el equipo de remo. Cada uno de ellos podrá disfrutar de los beneficios de una vaca cortesía de la granja de Scannel.
Sizwe Ndlovu, uno de los ganadores en remo, llevará su flamante ‘trofeo’ a la granja donde se crió con unos amigos. También se ha rumorado que Matthew Brittain, segundo integrante del equipo campeón de remeros, llevará a su vaca a un matadero, mientras que James Thompson y John Smith decidieron cambiar su premio por carne curada y filetes frescos.
“Desde un punto de vista cultural es como si hubiera recibido una “lobola” por casarme con una medalla”, broméo Ndlovu, refiriéndose a la tradición antigua de entregar ganado a cambio de una esposa.
Cameron Van der Burgh tampoco eligió quedarse con su vaca. En vez de poseerla, la cambió por 140 kg de salchichas que donó a 252 niños de un orfanato en Johannesburgo. Su colega, Chad le Clos, aún no ha decidido qué hacer con su vaca.
Los medallistas de oro sudafricanos obtuvieron un nuevo ‘trofeo’, aunque éste no va directo a una repisa. Jan Scannel, como el exitoso empresario ganadero que es, le da a cada atleta una razón más para sentirse orgullosos de su participación, mientras le brinda a otros la opción de verse beneficiados gracias a las vacas. En ocasiones, una vaca puede ser tan valiosa como el triunfo olímpico.
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