jueves, 27 de octubre de 2011

En Argentina conocemos esta historia: Los griegos corren a sacar sus ahorros de los bancos

Desde que estalló la crisis de deuda en la zona euro y tras el primer rescate de Grecia en mayo de 2010, la fuga de capitales helenos ha ido in crescendo ante el temor de quiebra y salida del euro del país. Los depósitos de empresas y particulares han bajado un 10,2% desde comienzos de año (unos 21.000 millones), y un 20,5% desde enero de 2010 (unos 49.000 millones). Otras estimaciones hablan de una fuga de capitales próxima a los 200.000 millones de euros desde 2008, ubicados en plazas más seguras como, por ejemplo, Suiza.
Independientemente de la cifra, lo relevante es que la fuga de depósitos no cesa y, de hecho, se está acelerando. Hasta el momento, estas transferencias estaban siendo protagonizadas, básicamente, por los griegos más acaudalados, vía transferencias a través de Chipre o mediante sus sociedades ubicadas en el extranjero. Ante esta situación, Atenas está negociando con las autoridades suizas un nuevo acuerdo fiscal a fin de recuperar parte de este dinero.
Sin embargo, el pánico financiero, que comenzó hace meses, se ha ido agravando poco a poco hasta alcanzar tintes mucho más preocupantes en la actualidad. Así, desde que ondea sobre Grecia la posibilidad de aplicar una quita próxima al 50% sobre la deuda pública, los pequeños ahorradores han comenzado a agolparse a las puertas de sus sucursales para retirar sus depósitos.
El miedo es lógico si se tiene en cuenta los que supondrá para la banca griega aplicar una quita del 50% o 60% sobre sus bonos. Muchas entidades se convertirán, simplemente, en insolventes. La banca helena acumula en sus balances casi el 20% de la deuda gubernamental, casi 60.000 millones. El Banco Nacional de Grecia es, precisamente, el más expuesto, con cerca de 13.000 millones en bonos.

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