jueves, 19 de agosto de 2010

Entendiendo algunas cosas 7: Baraja Española

Si buscamos precedentes, se cree que los naipes ya existían en China allá por el año 1120, cuando empleaban el grabado sobre madera para el estampado de las cartas. Luego llegaron a Oriente Medio durante el siglo XIII, donde se encontraron las primeras barajas de 52 naipes, coloreados a mano y divididos en 4 palos: oros, copas, espadas y palos de polo.
En 1375, las cartas llegaron a Europa, y cada pueblo sustituyó los palos y las figuras orientales por aquellas más cercanas a su tradición cultural. En esta época aparecen símbolos como los bastones, bastos, cetros, corazones, cascabeles entre otros.
Centrándonos en la baraja española, es única en el mundo debido a la ausencia de reinas y a la riqueza de sus diseños. Las figuras son de inspiración medieval y sus palos representan a los estamentos más importantes de la época: Los comerciantes (Oros), el clero (Copas), la nobleza (espadas) y los siervos (Bastos). Pueden ser de 40, 48 o de 50 naipes dependiendo del juego.
Fue adoptada en Nápoles durante el dominio de Aragón y ha evolucionado posteriormente más en España que en Italia, por lo que la baraja Napolitana es más parecida a la antigua baraja española.
En 1868, un impresor burgalés de origen francés, afincado en Vitoria, Heraclio Fournier, presentó su baraja litografiada, cuyo diseño fue premiado en la Exposición Universal de París. Pero el diseño definitivo de la "Baraja española" que ha llegado hasta hoy bajo diferentes "visiones" artísticas o rústicas es el que realizó Augusto Ríus para el propio Fournier. En España se utilizan 3 estilos diferentes, el de Cádiz, el catalán y el castellano. Principalmente se ven los dos últimos ya que el estilo de Cádiz es más antiguo y es el que se utilizaba para las cartas destinadas a la exportación.
Los reyes se representan generalmente con hombres mayores y barbados. Sin embargo, los reyes de copas y de oros suelen parecer más jovenes.
Desde el siglo XVIII, los caballos de copas y oros suelen mirar hacia la izquierda, mientras que los de bastos y espadas lo hacen hacia la derecha.
En cuanto a la curiosa Sota, pese a su apariencia afeminada, en realidad se trata de un paje de pie y simboliza al criado o mensajero. Los colores de las calzas, inicialmente todas rojas, y de los sayos, así como la posición de sus piernas y la colocación del motivo del palo, varían según los palos y la inventiva de los autores del diseño.-
Una de las innovaciones de la baraja española fue la adopción de las pintas o discontinuidades en los lados inferior y superior del rectángulo que encierra los motivos de cada naipe. Estas pintas ya aparecen en barajas del siglo XVI para, según se cree, dificultar la visión de las cartas a los mirones, objetivo que posteriormente sería perfeccionado con la utilización de los índices. Efectivamente, ambos recursos hacen que el jugador no necesite extender las cartas que tiene en la mano para saber cuáles son, ya que con sólo separarlas un poco conoce a qué palo pertenecen y qué figura o carta numeral es cada una. El palo de oros no tiene pintas; el de copas tiene una; dos, el de espadas y tres, el de bastos.
Fuente: http://www.ballesterismo.com/

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