Una empresa de la ciudad argentina de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, publicó un anuncio para contratar sólo a trabajadores que pertenezcan a los Testigos de Jehová, al considerar que son más honestos y trabajadores que los demás.
"La verdad es que son gente confiable, honesta. Para el puesto que estamos buscando necesitamos personal de suma confianza, trabajadora", dijo Cristian Fernández, responsable de la firma, dedicada a la venta de materiales para la industria de la construcción.
La convocatoria de personal se realizó a través de un anuncio clasificado en el diario La Capital, en el que se indicó que el requisito indispensable para postularse era "una alta formación ética y ser Testigo de Jehová".
"Tienen una conducta irreprochable", añadió.
Fernández aclaró a la prensa que los titulares de la compañía no pertenecen a esa creencia, una de las tantas derivadas de la rama principal del cristianismo, en un país donde los católicos apostólicos romanos representan el culto mayoritario.
La empresa está radicada en un populoso barrio de la ciudad de Rosario, el polo agroindustrial más grande del país y corazón de las exportaciones cerealeras en la rica Pampa Húmeda.
Los Testigos de Jehová cuentan con unos 60.000 adeptos en todo el país, según cálculos oficiales del Gobierno. La última dictadura (1976-1983) prohibió en 1979 profesar esa fe de manera pública, encarcelando a lo largo de esos años a centenares de fieles.
"La verdad es que son gente confiable, honesta. Para el puesto que estamos buscando necesitamos personal de suma confianza, trabajadora", dijo Cristian Fernández, responsable de la firma, dedicada a la venta de materiales para la industria de la construcción.
La convocatoria de personal se realizó a través de un anuncio clasificado en el diario La Capital, en el que se indicó que el requisito indispensable para postularse era "una alta formación ética y ser Testigo de Jehová".
"Tienen una conducta irreprochable", añadió.
Fernández aclaró a la prensa que los titulares de la compañía no pertenecen a esa creencia, una de las tantas derivadas de la rama principal del cristianismo, en un país donde los católicos apostólicos romanos representan el culto mayoritario.
La empresa está radicada en un populoso barrio de la ciudad de Rosario, el polo agroindustrial más grande del país y corazón de las exportaciones cerealeras en la rica Pampa Húmeda.
Los Testigos de Jehová cuentan con unos 60.000 adeptos en todo el país, según cálculos oficiales del Gobierno. La última dictadura (1976-1983) prohibió en 1979 profesar esa fe de manera pública, encarcelando a lo largo de esos años a centenares de fieles.
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