Alquiler de bicicletas en Valencia

El alquiler público de bicis rompe la previsión con 38.000 abonados en apenas seis meses
El registro suma ya 1,14 millones de usos, con una media de once empleos de cada bicicleta al día.
Cada bicicleta ha tenido entre diez y once usos diarios. Es sólo uno de los datos que maneja el Ayuntamiento del servicio público de alquiler Valenbisi, a modo de balance de los primeros seis meses de funcionamiento. En total, 38.477 abonados que han roto todas las previsiones de la empresa concesionaria.
La idea, explicó ayer el concejal de Tráfico, Alfonso Novo, es que se llegara a los 50.000 usuarios a finales de este año, cuando se hayan puesto ya en servicio las 275 paradas diseñadas para toda la ciudad. «Nos ha sorprendido a todos un crecimiento tan rápido».
Con esa base de usuarios de larga duración (con carné anual), no sorprende nada que utilización sea masiva, con un saldo de 1,14 millones de usos en el mismo periodo. Además, de la cifra citada de usuarios, el 47% ha utilizado la tarjeta Móbilis, lo que supone un refuerzo en la estrategia municipal de que este medio de transporte alternativo se convierta además en un complemento de la EMT, a la espera de que con la misma tarjeta se puedan realizar transbordos en las líneas de metro y tranvía.
Novo comentó que los datos se sitúan en el 23 de diciembre, aunque subraya que en las últimas semanas se ha atemperado el ritmo de las inscripciones. «Lo normal han sido 200 usuarios nuevos cada día y ahora esa cifra ha bajado».
Los interesados disponen de la web www.valenbisi.es a la hora de formalizar la inscripción, para lo que necesitan una tarjeta de crédito y el abono de 18 euros. La empresa ha abierto una oficina de atención en el paseo de la Alameda, en una de las torres situadas en el extremo oeste del bulevar.
La jornada de mayor utilización fue, según los registros del edil, el pasado 15 de diciembre, cuando se llegó a 16.995 utilizaciones en 24 horas. En la actualidad hay unas 160 paradas en servicio, en una expansión que ya ha ocupado la mayoría de barrios desde el viejo cauce hacia el puerto, a excepción de Nazaret, pendiente todavía.
Los distritos de Ciutat Vella y del Ensanche también cuentan ya con las llamadas estaciones, que se sitúan a unos 300 metros unas de otras. La idea es facilitar el cambio de bicicleta antes de que pasen 30 minutos, con lo que los usuarios no deben pagar nada.
De hecho, el tiempo medio de utilización está en 20 minutos, según el balance del primer semestre. A finales de este año, la previsión es que se alcancen las 275 paradas y 2.750 bicicletas, cuando se hayan extendido por todos los distritos. En la actualidad, la «frontera» está en las inmediaciones de la ronda de Tránsitos y la avenida Pérez Galdós, entre otros ejes viarios.
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras ciudades, en Valencia apenas se han producido robos o actos de vandalismo. Uno de los motivos que decantó el concurso del servicio fue la robustez de la bicicleta ganadora, además del enganche magnético de las paradas. Las ruedas, por cierto, no se pueden pinchar debido a que son semirígidas, un modelo patentado.
Otra de las líneas del servicio público es el que se refiere a los abonados de corta duración. En seis meses han sido 3.072 usuarios, turistas que han preferido la tarjeta sesmanal de diez euros que da derecho a las mismas condiciones de utilización que la primera.
Novo habló de un descenso en el número de inscripciones «en los últimos 20 días». Las únicas incidencias registradas hasta el momento han sido fallos informáticos en la red de la concesionaria, JC Decaux, que han provocado errores como cargos excesivos en las tarjetas , que no podían utilizarse hasta enmendar el fallo. No obstante, cuando se supera una cantidad excesiva, el sistema aparca el cobro hasta que lo comprueba un administrativo de la compañía.
Las visitas a la web, con 380.000 en el semestre, se han convertido también en una herramienta para dar a conocer las paradas en servicio, a través de un mapa interactivo, junto con el boletín citado para las inscripciones.
El Ayuntamiento ha aprobado la construcción de más carriles bici en el jardín del Turia y en otros barrios, principalmente para conectar tramos. Aún así, los usuarios se quejan de las dificultades en conseguir itinerarios seguros.
Este es uno de los motivos que ha llevado al Consistorio a señalizar las ciclocalles, calzadas donde tienen preferencia los ciclistas. Las calles 30 (30 kilómetros por hora, velocidad máxima) sirven también para este propósito, aunque en primer lugar se trata de reducir en lo posible la contaminación acústica. A finales del pasado año se amplió la zona 30 del barrio del Carmen al resto de Ciutat Vella, excepto los ejes principales.
Fuente: http://www.lasprovincias.es/v/20110103/valencia/alquiler-publico-bicis-rompe-20110103.html